
La construcción de representaciones mentales del self como inadecuado y del otro como juez o rechazante parece estar en la base del trastorno de personalidad por evitación. Así, el evitante se aísla socialmente, a pesar del deseo de establecer relaciones con los demás. El modelo del trastorno que plantea este trabajo se articula en torno a una serie de dificultades, que van desde las disfunciones metacognitivas, especialmente de la capacidad autorreflexiva, hasta el establecimiento de unos ciclos interpersonales disfuncionales, que refuerzan la psicopatología de base.